Pasos a seguir para la creación de una página de cómic.
Guión:
En primer lugar debemos disponer de un guión. En él está la información de todo aquello que tenemos que dibujar. El guión debe estar estructurado en páginas y, dentro de éstas, en viñetas (todas convenientemente numeradas). En cada viñeta del guión debemos escribir una descripción de todo aquello que debamos dibujar, recreando, en la medida de lo posible, la ambientación de la escena. También deben ser incluidos los diálogos y textos de apoyo, que saldrán de boca de los personajes o narrador. Un guión de cómic debe ser lo suficientemente conciso para que pueda ser interpretado por cualquier dibujante (en el caso de que trabajemos en equipo). Si va a ser dibujado por nosotros mismos, y tenemos una clara visualización de lo que será la historia, nos podremos permitir simplificar la redacción.
Documentación:
La documentación, tanto gráfica como escrita, es importante si queremos acercarnos en mayor grado a la realidad. Los hechos históricos, el contexto socio político y cualquier elemento que deba aparecer en nuestra historia debe ser fiel a la realidad, a fin de conseguir una credibilidad que dará mayor solidez a nuestro argumento así como evitar caer en anacronismos. Cualquier objeto que dibujemos debe parecerlo mínimamente. No siempre podremos dibujar de memoria, por ello es aconsejable acudir a las bibliotecas o buscar información en internet.
Lápiz:
Contando ya con el guión terminado y toda la documentación gráfica necesaria, llega el momento de empezar a emborronar papeles. Debemos pensar que el papel en el que dibujemos el lápiz, por lo general, será el mismo que utilizaremos en el proceso de entintado, por lo tanto mejor escoger un soporte con un mínimo de calidad (que resista bien el borrado, el rascado de la plumilla o la humedad de las masas de negro al rellenar con tinta y pincel). Los papeles de marca Geller, Zanders o Guarro, en calidades mate o satinado, ofrecen buenos resultados. Es conveniente dibujar la página a lápiz bien detallada a fin de facilitar el entintado.
En este caso el lápiz está poco acabado y hecho sobre papel folio porque no se va a entintar con las herramientas habituales. Se escaneará y entintará digitalmente.
Tinta:
La tinta es la parte más delicada, pues podemos echar por tierra el trabajo o conseguir un buen acabado.
Es importante tener en cuenta si la historieta será a color o blanco y negro. Una historia a color deberá entintarse con menos mancha de negro, para poder trabajar la iluminación con el color. En el caso de un cómic en blanco y negro, el trabajo de iluminación se reduce a estos dos colores. Debemos crear contrastes entre negros y blancos para dar más variedad y riqueza a la imagen. Conviene estudiar la distribución de las masas de tinta para conseguir un buen equilibrio en la página, como si hablásemos en términos de “peso”.
Las herramientas habituales son pincel o plumilla (algunos rotuladores proporcionan buenos resultados). En este caso la página está entintada digitalmente. Primero se ha escaneado el boceto a lápiz, después se ha abierto con Painter o una aplicación similar y, superponiendo una capa transparente, se ha procedido al entintado usando una tableta Wacom.
Color:
El color puede ser directo (sobre el original de papel) o infográfico (sobre una página digitalizada, como la que nos ocupa). Es importante elegir las pinturas en función del tipo de trabajo que realicemos o nuestros gustos (las acuarelas y anilinas dan colores más transparentes y luminosos, mientras que el gouache y acrílicos dan un aspecto más opaco a la ilustración). Mediante el color infográfico podremos ejercer un mayor control sobre los porcentajes de color, además las posibles rectificaciones siempre serán menos traumáticas. El color debe ser utilizado como una herramienta narrativa (al igual que el guión o el dibujo). Puede ser efectivo para diferenciar escenas, enfatizar estados de ánimo, momentos de especial interés… Debemos utilizarlo también como elemento clarificador a la hora de organizar la composición de una viñeta, acercando o alejando planos. Mediante la iluminación potenciaremos la ambientación, el volumen y la expresión.
Rotulado:
El rotulado es importante que sea limpio, legible. Generalmente, en la historieta, se usan tipografías de “palo seco”. Conviene que no se ajusten en exceso al contorno del globo o bocadillo. Si se va a rotular infográficamente, un buen programa para crear fuentes es Fontographer. Las páginas coloreadas las montaremos en un programa de maquetación (QuarkXPress o Indesign) e insertaremos los diálogos en sus correspondientes bocadillos, ajustando el cuerpo del texto para que no quede excesivamente apretado en los globos.
Finalmente mandamos el trabajo a la editorial, que a su vez lo enviará a la imprenta y la distribuidora lo entregará a kioskos y librerías.