Josep Mª Berenguer fue el primer editor que confió en mí para publicar un álbum, Sangre de barrio. Era 1988-89 y yo un proyecto de autor de tebeos al que no conocía nadie. Me dijo: “Haz algo que conozcas, lo que quieras. Vamos a ver qué pasa…”. Ese voto de confianza se extendió a lo largo de nuestra relación, me quitó el miedo del novato, me hizo crecer como autor.
Ayer, en el día del libro, murió Josep Mª Berenguer, editor de tebeos. A él le debo, en gran parte, el ganarme la vida como historietista.