Un regalo de Nina Simone. Muchos la consideraban una reina y para ello no le hizo falta título, corona ni séquito de borregos. Otros, en cambio, tienen sus caras impresas en el papel moneda, para que nunca olvides…
Un regalo de Nina Simone. Muchos la consideraban una reina y para ello no le hizo falta título, corona ni séquito de borregos. Otros, en cambio, tienen sus caras impresas en el papel moneda, para que nunca olvides…
Después de conocerla, la vida cambia. Sonrá exagerado, pero la energía que proyecta impregna hasta los huesos. Con esa canción, siempre me queda un nudo en la garganta… ¡UNA DIOSA!
Amo a Nina Simone, y me encargaré de que mis hijos sepan de esta más-que-angel que pisó este mundo.
Es el tipo de canción de las que te hacen poner en pié una vez más y seguir adelante.